¿Qué son las alergias estacionales?
Published on September 6 2018
Ah, la primavera. Crece la hierba, las plantas florecen, los árboles tienen nuevas hojas, pero si tienes alergias, esta explosión de vida, probablemente, te inspire más miedo que alegría. Sales al aire libre y, en pocos minutos, estarás con estornudos y congestión. Nariz a toda marcha, ojos hinchados y llorosos, garganta que pica. Para ti y millones de otras personas, es el momento de la alergia estacional.
Entonces, ¿qué hay detrás de este ataque de moco? La respuesta está dentro de ti. Es tu sistema inmunológico. La alergia estacional, llamada fiebre del heno, o rinitis alérgica, es una respuesta inmune hipersensible a algo, en realidad, no perjudicial. El polen de los árboles y la hierba, las esporas de moho de pequeños hongos que se abren camino por tus mucosas; tu cuerpo ataca a estos viajeros inocuos como haría con bacterias infecciosas.
El sistema inmune tiene memoria. Cuando una sustancia extraña es etiquetada como amenaza, los glóbulos blancos de la sangre producen anticuerpos personalizados que reconocerán al agresor la próxima vez. Luego reclutan rápidamente al equipo de defensa del cuerpo. Pero a veces, el sistema inmunológico discrimina, por accidente, a sustancias inocuas, como el polen. Cuando vuelve a flotar, los anticuerpos de los glóbulos blancos de la sangre lo reconocen y se adhieren a él. Esto hace que la célula libere sustancias químicas inflamatorias, como la histamina, que estimula las células nerviosas, y hace que los vasos sanguíneos de la membrana de la mucosa se hinchen y secreten fluidos. En otras palabras, picor, estornudos, congestión y secreción nasal.
Las alergias en general, pero no siempre, aparecen por primera vez en la infancia. Pero ¿por qué algunas personas tienen alergias y otras no? Las alergias tienden a darse en familias, la genética quizá sea una culpable. De hecho, los errores en un gen que ayuda a regular el sistema inmune están asociados con mayores tasas de alergias.
El entorno en que uno crece importa también. Estar expuesto a un alérgeno de bebé te hace menos propenso a desarrollar una alergia a partir de eso. Las personas que crecen en granjas, en familias grandes, y en el mundo en desarrollo también suelen tener menos alergias, aunque hay muchas excepciones, en parte gracias a la genética.
Una teoría es que de niños estuvieron más en contacto con varios de los microbios y parásitos que coevolucionaron con las sociedades tradicionales de cazadores-recolectores. Es la hipótesis de la higiene, la idea es que cuando el sistema inmune no está expuesto a los microbios conocidos, creará defensas contra sustancias inocuas, como el polen.
Otra teoría es que un sistema inmune endurecido por un aluvión de patógenos es menos probable que reaccione de forma exagerada a los alérgenos. El polen es un agresor común porque es muy frecuente, pero hay una larga lista de sustancias: polvo, caspa de animales, veneno de insectos, medicamentos, ciertos alimentos, que pueden activar al sistema inmunológico.
Algunas de estas reacciones pueden dar miedo. Una alergia puede derivar en una anafilaxia en toda regla, lo que por lo general provoca una inflamación severa, dificultad para respirar, y presión arterial muy baja. Puede ser letal. El cuerpo puede incluso tener una reacción alérgica a sí mismo causando trastornos autoinmunes, como esclerosis múltiple, lupus, y diabetes tipo 1.
Pero incluso los síntomas de la alergia inocua pueden hacer sentir muy mal, entonces ¿qué hacer al respecto? Los medicamentos pueden ayudar a reducir los síntomas. Los más comunes evitan que las histaminas se adhiera a las células. Estos antihistamínicos frenan la respuesta inflamatoria. Los esteroides pueden ayudar a calmar el sistema inmune.
Otra opción más permanente es la inmunoterapia. Una exposición deliberada y controlada para aumentar gradualmente las cantidades de un alérgeno puede enseñar al sistema inmunológico que no es peligroso después de todo.
Y si te gusta realmente la aventura, hay una opción menos tradicional: los parásitos intestinales. Cuando los anquilostomas hincan sus dientes en la pared intestinal, secretan químicos que bloquean al sistema inmunológico. Algunos estudios sugieren que los anquilostomas pueden tratar alergias, y esta puede ser otra de las razones de que las alergias sean más comunes en los países industrializados donde los helmintos son pocos y distantes entre sí.
Por supuesto, siempre puedes esperar a que tus alergias estacionales pasen. El ataque de polen de primavera decae a mediados del verano, justo a tiempo para la temporada de ambrosía.