¿Cómo nos mantiene saludables el moco?

Published on August 6 2018

¿Cómo nos mantiene saludables el moco?

Si estás resfriado, los mocos son difícil de pasar por alto. Pero ¿qué son y qué hacen, además de hacer tu vida miserable?

Tu cuerpo produce más de un litro de mucosidad todos los días, y todas las superficies húmedas de tu cuerpo que no están cubiertas por piel, como tus ojos, nariz, boca, pulmones, y el estómago logran un recubrimiento generoso. Es por eso que se les conoce como las membranas mucosas.

La mucosidad juega un montón de papeles en tu cuerpo. Cuida tus tejidos delicados de la desecación y agrietamiento, que los expondrían a la infección. Lubrica tus ojos para que puedas parpadear. Protege las paredes del estómago del ácido. Neutraliza las amenazas mediante la eliminación o captura de sustancias que podrían hacerte enfermar. Y, por último, alberga y mantiene a billones de tus habitantes bacterianos, tu microbiota, bajo control.

La mucosidad contiene muchos compuestos diferentes, incluyendo proteínas, grasas y sales. Pero un componente clave  de la versatilidad del moco son las proteínas llamadas mucinas. Las mucinas son grandes moléculas primarias de la mucosidad y son esenciales para dar al moco su tacto resbaladizo. Pertenecen a una clase de proteínas llamadas glicoproteínas que se construyen de aminoácidos y azúcares. En la mucina, cadenas largas de azúcares están unidas a aminoácidos específicos en el esqueleto de la proteína. Las cadenas hidrofílicas de azúcares ayudan a que la mucina se disuelva en los fluidos acuosos del cuerpo. El moco, que contiene un 90 % de agua, se mantiene hidratado gracias a estas cadenas de azúcar.

Algunas mucinas pueden interactuar con otras moléculas de mucina para crear una red compleja que establece una barrera contra los agentes patógenos y otros invasores. Es por eso, el moco es la primera línea de defensa del cuerpo contra objetos extraños, como bacterias y polvo. Se produce de forma continua para limpiar las vías respiratorias, como una cinta transportadora viscosa. Esto evita que las bacterias se asienten en el tejido pulmonar delicado, o en la corriente sanguínea, donde podrían causar una infección grave.

Muchas de esas bacterias dañinas también causan enfermedades cuando se agrupan en crecimientos viscosos denominadas biopelículas. Pero el moco contiene mucinas, péptidos antimicrobianos, anticuerpos, e incluso bacterias hambrientos de virus llamadas bacteriófagas que en conjunto trabajan para prevenir la formación de biopelículas. Si los microbios llegan a ser perjudiciales y nos enferman, el cuerpo aumenta la producción de moco para tratar de eliminar rápidamente a los delincuentes, y el sistema inmune inunda el moco con células blancas adicionales de la sangre. De hecho, el moco verdoso a menudo asociado a infecciones obtiene su color de una enzima producida por las células blancas de la sangre.

Este enfoque múltiple al manejo de las bacterias es una de las principales razones por las que no estás enfermo todo el tiempo. A pesar de que la mucosidad protege contra las bacterias infecciosas, la gran mayoría de los inquilinos bacterianos de tu cuerpo no son perjudiciales, y muchas son realmente beneficiosas. Eso es particularmente cierto cuando viven en el moco, donde pueden desempeñar funciones importantes, como síntesis de vitaminas, supresión de la inflamación dañina, y controlar el crecimiento de las especies más dañinas.

Así que, aunque es probable que asocies el moco con estar enfermo, realmente te ayuda a mantenerte sano. Claro, puede parecer asqueroso, pero ¿puedes pensar en cualquier otra sustancia que puede lubricar, mantener tu cuerpo limpio, luchar contra la infección, y domesticar a toda una población bacteriana?
No, solo el moco.

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