¿Qué es el asma?

Published on April 12 2018

Comienza con una tos, o una sibilancia. Pronto, sientes el pecho apretado. Tu respiración se acelera y se vuelve más superficial, haciendo que sientas que te falta el aire. Estos son síntomas comunes de un ataque de asma. En todo el mundo, más de 300 millones de personas sufren de asma, y alrededor de 250 000 personas mueren por asma cada año. Pero ¿por qué la gente tiene asma y por qué esta enfermedad puede ser mortal?

El asma afecta el sistema respiratorio, particularmente las vías aéreas más pequeñas, como los bronquios y los bronquiolos. Estas vías respiratorias tienen un revestimiento interno llamado mucosa rodeado por una capa de músculo liso. Las personas con asma tienen las vías respiratorias crónicamente inflamadas, lo que les puede hacer hiperreactivos ante ciertos desencadenantes.
Algunos de los muchos desencadenantes del asma es el humo del tabaco, el polen, el polvo, los perfumes, el ejercicio, el clima frío, el estrés y hasta el resfriado común. Cuando las personas con asma están expuestas a estos desencadenantes, puede darse un ataque de asma o su exacerbación.

Pero ¿cómo estos factores cotidianos llevan a un ataque de asma? Si un asmático está expuesto a un desencadenante, los anillos lisos del músculo que circundan las pequeñas vías respiratorias en sus pulmones se contraen y estrechan. Simultáneamente, el desencadenante empeora la inflamación, haciendo que el revestimiento de la mucosa se hinche más y secrete más mucosidad. Bajo condiciones normales, el cuerpo utiliza este moco para atrapar y limpiar las partículas, como el polen o el polvo, pero durante un ataque de asma, bloquea las vías respiratorias estrechadas, haciendo aún más difícil respirar. Estos efectos llevan a estos síntomas del asma.

La constricción del músculo liso da la sensación de opresión en el pecho. El exceso de moco y el aumento de la inflamación pueden causar tos. Y ¿el ruido sibilante? Eso sucede porque, como las vías respiratorias se contraen, el aire silba al pasar a través del espacio estrecho. Estos síntomas hacen que una persona se sienta que se está quedando sin aire.

Sin embargo, contraituitivamente, durante un ataque de asma, la inflamación puede hacer más difícil exhalar que inhalar. Con el tiempo, esto conduce a un exceso de aire en los pulmones, un fenómeno conocido como hiperinflación. El atrapamiento de aire en los pulmones obliga al cuerpo a trabajar más duro para mover el aire dentro y fuera de ellos. Con el tiempo, esto puede reducir el envío de oxígeno a los órganos y tejidos. A veces, en los ataques de asma graves no tratados, el cuerpo no lo puede aguantar, lo que puede llevar a la muerte por falta de oxígeno.

Pero ¿cómo podemos evitar estos ataques incómodos y potencialmente mortales en personas con asma? Una forma es reducir la presencia de desencadenantes. Desafortunadamente, el mundo es un lugar impredecible y la exposición a los desencadenantes no siempre se puede controlar. Aquí es donde entran los inhaladores, el tratamiento primario para el asma.

Estos medicamentos ayudan a asmáticos a controlar y prevenir sus síntomas de asma. Los inhaladores transportan medicamentos a las vías respiratorias afectadas usando una niebla líquida o polvo fino para tratar el problema en su fuente. Vienen en dos formas. Hay medicamentos de alivio, que tratan los síntomas inmediatamente y contienen beta-agonistas. Los beta-agonistas relajan los músculos estrechados, ensanchando las vías respiratorias para que más aire pueda entrar y salir de los pulmones.
Otros inhaladores sirven como medicamentos preventivos, tratando los síntomas del asma a largo plazo, y contienen corticosteroides. Estos reducen la sensibilidad e inflamación de las vías respiratorias, manteniendo el asma bajo control. También son cruciales para prevenir daños a largo plazo por la inflamación crónica, que puede causar cicatrices en las vías respiratorias.

Los inhaladores son conocidos por ser muy eficaces, y ayudan a mucha gente a tener mayor calidad de vida. A pesar del largo camino recorrido para mejorar cómo tratamos y diagnosticamos el asma, todavía no sabemos sus causas exactas. Hoy se cree que una combinación de factores genéticos y ambientales juegan un papel, actuando potencialmente durante la primera infancia. Investigaciones recientes han relacionado la pobreza con los ataques de asma. Esto puede deberse a la exposición a contaminantes  adicionales e irritantes ambientales, a dificultades en la obtención de atención médica o tratamiento.

A medida que nuestra comprensión del asma mejora, seguiremos encontrando mejores maneras de mantener las vías respiratorias felices y saludables.

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